Los que no tenemos perro que pasear y las autoridades no nos dejan pasearnos a nosotros mismos, hemos de buscar entretenimientos en casa con los que pasar el confinamiento, que se avecina largo, tan largo, que cuando pase se colapsarán los Juzgados de Familia, pues si en septiembre se disparan los divorcios tras las breves vacaciones de verano, donde saltan todas las tensiones acumuladas durante el año, no puedo llegar a imaginar lo que puede pasar tras un par de meses de confinamiento forzoso en casa como el actual.
Como entretenimiento vamos hoy a recrear la batalla naval de Actium, que tuvo lugar el 2 de septiembre del año 31 ac, en el Golfo de Ambracia (Grecia) entre la flota romana de Octavio, comandada por Marco Vipsanio Agripa y la colalición de las flotas de Marco Antonio y su aliada Cleopatra, con clara victoria de Octavio y retirada a Alejandría de Antonio y Cleopatra, lo cual produjo el colapso definitivo del Egipto Ptotemáico.
El Senado había declarado a M. Antonio «hostis res publicae», es decir, enemigo de la república y había encargado al joven Octavio su eliminación. Ya entonces Antonio era amante de Cleopatra con la cual había tenido dos hijos gemelos.
Si bien en principio la coalición entre M. Antonio y Cleopatra contaba con mayores efectivos, 500 naves y 120.000 soldados, contra las 400 naves y 80.000 soldados de Octavio, lo cierto es que las legiones veteranas de Antonio estaban en tierra, mientras que las trirremes de Octavio eran de mayor maniobrabilidad y de mayor calidad su infantería embarcada. Aún así una hábil maniobra de Antonio atrayendo hacia sí el grueso de la flota enemiga, consiguió abrir una brecha por la cual pudo escapar Cleopatra con las naves de carga donde portaban el tesoro y el botín de sus anteriores campañas. Tras Cleopatra escapó Antonio, ambos a Alejandría y Octavio que los perseguía hubo de cambiar a una nave más pequeña al quedar la suya gravemente dañada.

Las bajas del lado octaviano ascendieron a 35 naves hundidas y cerca de 3.000 muertos. Las bajas del lado de al coalición M. Antonio Cleopatra son inciertas y van de cerca de 350 naves hundidas o capturadas y entre 5.000 y 12.000 muertos, según leamos a Plutarco, o a Paulo Osorio.
De noche en el campamento Octaviano se celebró una gran fiesta donde se expusieron algunos de los espolones de los barcos capturados al enemigo.
Aún así, Antonio contaba todavía con 11 legiones que habían quedado acampadas en tierra, en el mismo Golfo de Ambracia (Grecia) muy lejos de Alejandría, estas legiones, algunas de veteranos que habían sido compañeros en diversas campañas con los de las legiones de Octavio, entraron en negociación con éste y cambiaron de bando.
Ante tal situación M. Antonio se suicidó echándose sobre su propia espada. Sin embargo hubo tiempo de llevarlo vivo a presencia de Cleopatra, la cual, muerto Antonio, y ante la perspectiva de ser llevada a Roma uncida al carro del Triunfo de Octavio, prefirió quitarse la vida mediante la picadura de un aspid, tal y cómo correspondía a su categoría de Reina de Egipto.
Con la muerte de Marco Antonio y Cleopatra no sólo termina una de las historia de amor más famosas (quizás la más famosa) de la historia, acaba también el viejo mundo de la República Romana y empieza el principado de Augusto y el Imperio.