El popular e icónico compositor, letrista y cantante, máximo exponente de la canción estival, Georgie Dann, falleció a los 81 años en una clínica madrileña donde iba a ser operado por una lesión de cadera destinada a recuperar la movilidad-paradojas del destino de quien hizo girar, en sus coreografías, sobre esa pieza anatómica su obra.
Su éxito, como músico inteligente y pragmático, se gestó con una fórmula basada en estribillos repetitivos, facilones, ritmos sencillos, coreografías vistosas ,rodeado de bailarinas y un calculado y sutil deje, acento afrancesado sin pulir, cuyas canciones, que trascendieron fronteras, nos acompañaron en los calurosos veranos de sol, playa y sangría.
Tuvo el don de crear una canción anual con éxito estacional como las inolvidables, El Chiringuito, La Barbacoa, el Bimbó, que calaron en varias generaciones con su exitosa receta de música ligera, melódica, pegadiza, pachanguera, bailable.
Eran otros tiempos, desenfadados, felices, de incontenible alegría y sano divertimento en que bailábamos seducidos por esas contagiosas melodías con atrevidas letras y facilonas rimas.
Ahora,sin embargo,algunas de sus pícaras creaciones resultarían desaprobadas por resultar, como se tercia, políticamente incorrectas. Es el sino de los tiempos.
José María Torras Coll
Sabadell