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La Isla de la Cuarentena

LA ISLA DE LA CUARENTENA (MAHON)

Hasta finales del s. XIX, la navegación constituyó uno de los principales mecanismos de difusión de enfermedades infecciosas, siendo hasta entonces el principal sistema de expansión de muchas de las epidemias y pandemias que siglos atrás azotaron a la humanidad, dado que la navegación tuvo el monopolio de las comunicaciones entre países lejanos durante muchos siglos, prácticamente hasta  mediados del s. XX, que no aparece un medio sustitutorio como el avión.

Galeón de la China.

La  tripulación de los barcos venía a ser una comunidad cerrada que convive con relativo hacinamiento en un pequeño espacio, sometidos a rigores climáticos y   condiciones ambientales duras. De esta forma los contagios eran relativamente frecuentes, especialmente cuando llegaba un “marinero  crudo”, es decir, un nuevo tripulante, que puede ser portador de gérmenes a los que no está acostumbrada el resto de la tripulación, o viceversa, cuando embarca un sujeto virgen  con respecto a la inmunidad predominante a bordo y entonces el afectado es el marinero nuevo.

Los tripulantes arriban de puertos lejanos, donde existen patologías nuevas contra las que no tienen protección y por lo que frecuentemente adquieren enfermedades que luego propagan dentro del barco o entre las poblaciones de otros puertos lejanos, dando así lugar a la aparición y propagación de las epidemias de paludismo, fiebre amarilla, sífilis y peste, entre otras que a lo largo de los siglos ha padecido la humanidad.

El suceso más terrible ocurrió en el s. XIV, fue la gran epidemia de peste negra que surgió en 1.345 y que azotó la población de Europa, produciendo una mortandad de 2/3 de la población.

Ello llevó a que las autoridades de Venecia y de Dubrovnik  adoptaran por primera vez en la historia el sistema de «cuarentena de los barcos«, como medida de protección, prohibiendo la entrada de naves procedentes de zonas infectadas hasta que superasen un periodo de 40 días  sin que se manifestase la enfermedad.

Coca de Mataró

Existe en la bahía de Mahón (Menorca) un pequeño islote de apenas 500 metros de perímetro y 10.000 m2 de extensión, actualmente conocido como illa plana.

Esta isleta en la bahía de Mahón a partir de 1.490 empezó a ser conocida como Isla de la Cuarentena, porque fue aquí donde se empezó a expurgar géneros, incinerar ropas de pasajeros y tripulantes de barcos infectados, y para depositar las mercancías que debían ser oreadas antes de ser  desembarcadas en Mahón.

La isla de la cuarentena  y sus diversas edificaciones cumplieron funciones sanitarias desde 1490 hasta la entrada en funcionamiento del lazareto marítimo.

Con motivo de la llegada de la peste bubónica a través de los barcos procedentes de Oriente y el norte de África, el Conde de Floridablanca, ministro del rey ilustrado Carlos III, manda la construcción de El Lazareto de Mahón por orden de éste en 1793.

Se trata de un conjunto arquitectónico singular, histórico y sanitario, pensado originariamente para pasar la cuarentena de las constantes epidemias que ocasionaba esta enfermedad habiendo tenido, hasta bien entrado el s. XX, la función de acoger las naves o los barcos con destino a cualquier costa española que fueran sospechosos de constituir un peligro sanitario. A día de hoy el conjunto de edificaciones de esta fortaleza sanitaria constituye una de las mejores rutas turísticas de la isla de Menorca.

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