Diecisiete años en la élite del tenis mundial, con 35 años, una década más que su rival, con una elevada humedad, en la pista de Melbourne, con dos sets en contra, en 5 horas y 24 minutos de exigente partido, protagonizó una remontada épica, ganando su anhelado 21 Gran Slam, el Open de Australia, en una final pletórica, inolvidable, espectacular y memorable, batiendo a Medvedev, merced a una fortaleza física y mental sin parangón.
Hace unos meses apenas podía andar, tenía un pie izquierdo muy mermado, pero ha superado todas las adversidades. Es ya el mejor tenista, y, sin duda ,el deportista más grande de la historia. Es el triunfo épico del colosal manacorí, D. Rafael Nadal Parera, nuestro orgullo internacional.
Y, además, a su laureado palmarés, se une la grandeza de un deportista, de una persona ejemplar, adornado de virtudes que en estos tiempos escasean.
Embargado por la emoción, felicita a su rival, elogiándole, compartiendo el honor de haber sido protagonista de un fenomenal e inolvidable partido de tenis, da las gracias a la organización del torneo, a sus empleados, a los patrocinadores y a su equipo y familia que le han brindado el apoyo incondicional.
Gracias de nuevo.
Levanta la copa, campeonísimo, y muérdela como tu sabes hacerlo, otra vez. ¡Vamos, Rafa!
José María Torras Coll
Sabadell
INITINERE 