«Si españolos llevar las de ganar, mauris estar amigos, si españolos no llevar las de ganar, mauris ya no estar amigos».
Esta era la explicación que, hace 100 años, el jefe de una cábila daba a las autoridades españolas como justificación a su continuo cambio de lealtades; eso sí, tomaban de buen grado el dinero del gobierno, que se lo gastaban en «fusilas» con las que continuamente se ejercitaban en el tiro, más que las propias tropas españolas que tenían la munición racionada.


Hace un par de semanas en televisión, un Tte. General en la reserva afirmaba que en una generación, máximo dos, tendríamos, necesitaríamos nuestro ejército en la frontera sur, y el hombre no estaba muy seguro de que nuestra sociedad estuviera dispuesta a proporcionar a su ejército los medios necesarios para salvaguardar tal frontera.
¿Una o dos generaciones? muy lejos apuntaba el Tte. General, porque lo cierto es que la guerra en nuestra frontera sur ya ha empezado, la teníamos latente de manera solapada con los asaltos masivos a las valla, pero ahora la tendremos abiertamente por la infracción manifiesta por parte de España del derecho internacional plasmado en la resolución de las Naciones Unidas nº 690 de 29 de abril de 1991, así como el Dictamen consultivo del Tribunal Internacional de Justicia de la Haya de fecha 16 -10-1975, (un mes antes de la muerte del Jefe del Estado y en plena marcha verde) que establecen el proceso de descolonización del Sahara mediante un referéndum de autodeterminación.
Hay que reconocer que los servicios jurídicos del general Franco eran realmente buenos, consiguieron en un momento muy difícil para nuestro país, que el Tribunal Internacional de Justicia de la Haya acogiera las tesis de España en las respuestas a las sendas preguntas que le fueron sometidas a dicho Tribunal por la Asamblea General de las Naciones Unidas.
A la primera pregunta de si en el momento de la colonización el Sahara Occidental era un territorio sin dueño, una «terra nullius»: el Tribunal estimó que no, puesto que se trataba de un protectorado establecido desde 1884 sobre la base de un acuerdo concluido entre España y los Jefes Tribales políticamente organizados.
A la segunda pregunta sobre la supuesta existencia de vínculos jurídicos entre el territorio y Marruecos: el Tribunal estimó que no existían tales vínculos jurídicos con Marruecos, que lo único existente eran los derechos reconocidos a los nómadas (saharauis) sobre el conjunto del territorio, lo cual no modificaba en absoluto la aplicación de la resolución 1514 (XV) de la Asamblea General referente a la descolonización y en particular a la aplicación del principio de autodeterminación.
La guerra de Ucrania distrae parte de nuestros efectivos de defensa y distrae a nuestra adormecida opinión pública que está por la paz, «la pá der corrá», la paz a cualquier precio, como si la paz fuera un maná que cae del cielo y no hiciera falta defenderla, como si Roma se hubiese equivocado cuando estableció el principio «si vis pacem, para belum».
España se muestra débil gobernada por gente que no sabe mucho de historia y que le trae al pairo lo que le pase a la Nación, total, la cosa creen, «ilusos», que no va con ellos.
El gran jefe mauri ve la debilidad y monta una nueva marcha verde para la próxima cumbre de la OTAN que se celebrará en Madrid los próximos 29 y 30 de junio. Un asalto masivo y definitivo a las vallas de Ceuta y Melilla; los servicios de inteligencia hacen su trabajo e informan al Presidente que, a cambio de no afrontar sino simplemente retrasar un tiempo el problema, hace un giro de 180 grados en la posición de España sobre el Sahara, que en los últimos 45 años ha sido la misma que la de la ONU y la del Tribunal Internacional de Justicia de la Haya, al fin y al cabo que sabrá el Presidente donde está y qué significado tienen para España Mahbes, la Saguía o la ciudad santa de Smara.
Ha tenido que ser la propia ONU quien le ha recordado al gobierno de España cuáles son sus obligaciones históricas como potencia administradora del territorio, que aún lo es conforme a la legalidad internacional aunque ésta se vea suplantada por la situación de hecho.
Hemos innecesariamente cabreado a Argelia que no se porta mal con España y que nos suministra una parte importante del gas que consumimos, hemos quedado mal con los Saharauis, gran parte de los cuales guardan aún sus antiguos DNIs españoles, y hemos quedado mal con las Naciones Unidas y el Tribunal Internacional de Justicia de la Haya.
¿Y todo ello a cambio de qué?, ¿Qué garantías de tranquilidad tenemos ahora que no teníamos antes?.
La única garantía es la de siempre, la misma que la de hace 100 años: «si españolos llevar las de ganar, mauris estar amigos, si españolos no llevar las de ganar, mauris ya no estar amigos»
Ni Sánchez es Zelinski, ni los españoles somos los ucranianos, dispuestos a empuñar las armas para defender sus fronteras.
El jefe Mauri nos ha tomado la medida, ya sabe que cedemos fácilmente al chantaje, ya sabe que aquí nadie derramará un gota de sangre por Ceuta y Melilla, así que tras ceder ahora sobre el Sahara Occidental ya podemos también dar ahora por perdidas esas dos ciudades, y ojo, tras ellas viene el archipiélago canario.
Para el que no lo sepa, esta decisión nos mete en la guerra entre Marruecos y Argelia, detrás de Marruecos está USA y Francia, detrás de Argelia está Putin, que sin duda tomará cartas en el asunto una vez tenga cerrada la guerra en Ucrania. Mientras tanto, nada impide a Argelia considerar a España un país traidor y hostil y cortarnos el suministro de gas por la tubería pequeña, la que viene directamente a Almería; la otra, la tubería grande, la que viene a la Península pasando por Marruecos, esa lleva ya unos meses cerrada.
Nuestros aliados de la OTAN están ahora, como lo han estado siempre, del lado del Jefe Mauri y no de nosotros, nada buenos podemos esperar de ellos que se dicen nuestros amigos y nada podremos exigir a Argelia que estará legitimada para cortarnos el suministro de gas.
¿Cómo es posible que esta nación, que extendió la romanización por uno y otro hemisferio creando sin pretenderlo la primera globalización, haya caído en manos tan torpes?