Relatos breves

Cuatro semanas de agosto.

Reponemos el presente relato breve, primero de una trilogía que editamos en plena pandemia en el verano de 2020. Desgraciadamente resultó ser premonitorio en una parte del mismo (asalto el año pasado de más de 10.000 personas a la valla de Ceuta, a la que hay que añadir la matanza de subsaharianos este fin de semana al otro lado de la valla de Melilla), lo único que quizás habría que cambiar es que donde dice crisis greco-turca debiera decir guerra en Ucrania, lo demás sigue siendo de actualidad, aunque esperemos que no lo sea tanto en cuanto al resto que se apunta; sin embargo soy pesimista que una nación tan dividida llegue a comprender que las vallas de Ceuta y Melilla realmente a quiénes protegen es a Madrid, Barcelona y Bilbao.

CUATRO SEMANAS DE AGOSTO.

Todo habría empezado 30 años antes, durante el caluroso verano del año  2000  en que corrió por el desierto la voz de que, en torno al paralelo 27, había nacido un niño destinado a ser Mahdí, un enviado de Dios, un redentor, que guiaría a los creyentes en su lucha contra los infieles.

Nadie había visto nunca a ese niño, nadie sabía el sitio exacto de su nacimiento  ni quienes eran sus padres; se hablaba que había nacido en una aldea del Sudán cuyo nombre tampoco nadie conocía,  se hablaba que el nacimiento fue en la ciudad santa de  Esmara, se hablaba también de la ciudad fronteriza de Mahbes, otros decían que donde realmente había nacido el niño era entre los refugiados de los campamentos saharauis en el sur de Argelia, se hablaba de otras aldeas en otros lugares cuyo nombre y situación tampoco nadie conocía porque lo cierto es que no había certeza alguna de la existencia del niño ni de  su familia ni de su lugar de nacimiento; lo único cierto es que desde el Aiúm hasta el Mar Rojo, y más allá incluso, había corrido la voz, que había sembrado la esperanza en millones de corazones, del nacimiento de un enviado de Dios, un Mahdí que les liberaría de sus penurias, rescataría a los oprimidos y restablecería el reino de la Justicia y la Misericordia.

Treinta años después, en el caluroso verano de 2030, casi nadie se acordaba de la profecía; sin embargo, los servicios de inteligencia occidentales empezaron a notar que algo anormal estaba ocurriendo, los satélites detectaban concentraciones anormales de muchedumbres que  iban y venían en campamentos en el desierto, pero sin rebasar nunca el Paralelo 27.

-¿Qué hay en el Paralelo 27?

-Nada, sólo arena.

– No hay nada de qué preocuparse.

La chispa se encendió en la parte oriental del Mediterráneo, en la Isla de Chipre.  Un enfrentamiento accidental en la zona fronteriza entre soldados griegos y turcos se saldó con varios muertos por ambas partes; nadie le dio importancia al incidente, estos enfrentamientos eran normales cada equis tiempo, sin embargo, desde Ankara se recordó al mundo que desde la caída de Constantinopla en  1453, hasta el fin de la Iª Guerra Mundial, desde Sarajevo  para acá, todo ello había sido territorio de creyentes.

Primera semana.

A las 00,00 del primer día de la primera semana del mes de agosto empezó la maniobra de distracción: Turquía abrió sus fronteras y tres millones de personas que malvivían en campamentos de refugiados, a expensas de la Unión Europea, iniciaron la marcha a pie hacia Europa. En cosa de horas la frontera griega se colapsó,  imposible parar a tanta gente.  Grecia pidió ayuda a la OTAN, como socio de la misma al igual que Turquía. La OTAN no queriendo un conflicto armado entre dos de sus socios prohibió a ambos el uso de las armas y calificó el hecho como «crisis humanitaria”, la muchedumbre se detuvo ante las alambradas de la frontera griega sin hacer intención de traspasarla. El mundo entero se volcó en ayuda humanitaria hacia esas personas.

Segunda semana.

Unos días después y mientras el mundo tenía puestos sus ojos en la frontera greco-turca, intentando evitar un conflicto de mayores proporciones, empezó la segunda maniobra de distracción: las costas de Trípoli se llenaron de miles de “refugiados”,  nueva crisis humanitaria que llevó a las costas libias multitud de barcos de “organizaciones no gubernamentales” con la finalidad de llevar a los refugiados hasta un puerto seguro, es decir, transportarlos de la orilla sur a la orilla norte del Mediterráneo.

Los primeros días eran como siempre pero, a medida que avanzaba la semana, incluso los propios tratantes de personas empezaron a pensar que algo extraño estaba ocurriendo cuando los millares se estaban convirtiendo en decenas de millares y no alcanzaban a saber de dónde había salido tanta gente que ellos no controlaban.

Tercera semana.

Mientras el mundo entero estaba distraído con las “crisis humanitarias” en la frontera griega  y en el sur de Italia, empezó lo que sería en pocos días la caída el Estrecho.

A las 00,00 horas del primer día de la tercera semana empezaron a haber disturbios en la valla de Melilla, en un momento dado, bajan del monte Gururú, donde malvivian acampados, entre 10 y  15 mil personas que, perfectamente organizadas, lanzan garfios atados a cuerdas a la valla, enganchan la valla externa y tiran de las cuerdas hasta que la valla cae al suelo a lo largo de un par de kilómetros, a continuación repiten la operación con la valla interna que también cae al suelo.

La Guardia Civil está desconcertada, en estas circunstancias ni haciendo uso de las armas, que lo tienen prohibido, podrán parar la avalancha que se les va a venir encima; sin embargo, ocurre algo que los deja desconcertados, ninguno de los asaltantes hace el menor gesto de intentar pasar a territorio español, se trasladan  a otro punto y derriban varios  kilómetros más de valla y así hasta que en sólo una noche toda la valla de Melilla cae a tierra; pero no pasan.

El gobierno en Madrid está perplejo, la población de Melilla empieza a recordar el triste verano del año 1921,  pero nadie pasa la valla. El gobierno ordena el acuartelamiento de la tropa y promete el envío urgente de más policía y guardia civil.

Mientras eso ocurre en Melilla, a las mismas 00,00 horas, a las costas de Tarifa empiezan a llegar un exagerado número de pateras que colapsa los servicios de salvamento y acogida que no pueden dar abasto.  Desbordados los servicios de salvamento y acogida, siguen llegando pateras a lo largo de la noche. Mientras tanto, desde hace ya días, las multitudes que estaban acampadas tras el paralelo 27 han atravesado el mismo a pie en dirección norte, el satélite detecta una gran mancha humana que se desplaza de noche y descansa de día, pero los servicios de inteligencia mundiales están muy ocupados  en que no se descontrole la crisis greco-turca.

La vanguardia de esta multitud ha llegado ya a las playas que rodean la ciudad de Ceuta. El gobierno, mirando hacia Melilla, cree que lo de Tarifa es lo de cada verano, pero antes de que despunte el primer rayo de sol el satélite detecta una fina y extraña línea que une la costa de Ceuta con la playa de Tarifa. Al amanecer descubre lo que nunca se habría sospechado y para lo que no se está preparado: un puente de barcas, Africa está ahora unida a Europa mediante un puente de barcas construido con miles de pateras atadas entre sí  de costa a costa en la parte más corta del Estrecho.

Por internet se corre la voz, que dicen que han oído que el Mahdí, a quien nadie todavía ha visto, ha venido para liberar el mundo del pecado y restablecer el reino de la paz, la justicia y la misericordia.

No ha amanecido el día y una riada humana camina por el puente de barcas hacia Europa entonando cánticos y oraciones. No ha amanecido el día y en Tarifa ya hay establecida una cabeza de puente de más de 10.000 personas. A las autoridades locales el hecho les pilla por sorpresa, informado el gobierno de Madrid no sabe qué hacer, está desconcertado. A media mañana ya son 100.000 las personas ocupando pacíficamente la costa europea y la riada sigue, los rezos y cánticos siguen, van desarmados, hombres, mujeres y niños y llevan como única arma un libro de rezos en sus manos.

En Melilla, derribada la valla, los subsaharianos empiezan a entrar en la ciudad por miles en una riada que tampoco cesa. Vienen pacíficamente, vienen desarmados, vienen sonriendo dando gracias a Dios, pero vienen. Las autoridades siguen indecisas, no se atreven a ordenar hacer uso de la fuerza, ¿cómo disparar contra una multitud desarmada?.

Ocurre a continuación un hecho preocupante, una cuarta parte de la tropa destinada en Melilla no es europea, abandona las armas y la obediencia a sus mandos y se une a la muchedumbre que en poco tiempo ocupa todas las calles de la ciudad. La deserción de la tropa no europea trae a Melilla un triste recuerdo, en la memoria colectiva de la ciudad siguen vivos los hechos luctuosos del verano de 1921, tras la caída de Annual, Monte Arruit y Nador; cunde el pánico y la población europea se apresura a abandonar la ciudad y huir a la Península, cualquier medio de transporte vale, cualquier cosa que flote, incluso una patera, vale para abandonar al ciudad.

Al anochecer en las playas de Andalucía hay concentradas ya un millón de personas y el desembarco no cesa. Desde el gobierno de Madrid alguien dice que hay que volar ese puente de barcas, pero ello conllevaría una masacre de incalculables proporciones de hombres, mujeres y niños desarmados, nadie quiere cargar con tal responsabilidad. Madrid pide ayuda a la Unión Europea para repartir entre todos los países lo que todavía se piensa que son simples refugiados. Empieza el regateo entre los distintos estados europeos, … yo acojo tantos, pero ni uno más, etc.

Al amanecer del segundo día el millón de personas de la noche anterior se ha convertido en dos millones, el puente de barcas ha sido afianzado y ahora tiene el doble de ancho, al acabar el segundo día en las playas andaluzas hay concentrados cuatro millones de personas y la riada no cesa. Los Estados europeos no se ponen de acuerdo en las medidas a tomar, algunos llegan a decir que de los Pirineos para abajo esto es un problema español, desde Madrid el gobierno hace un llamamiento a la solidaridad internacional y a la nacional, pide a los ciudadanos que acojan y ayuden a los refugiados, que les provean de agua y alimentos.

Al amanecer del tercer día, las autoridades ya no pueden ocultar a la ciudadanía la realidad, esto se parece mucho a la «Marcha Verde», además del puente de barcas, durante la noche todo tipo de embarcaciones han pasado de costa a costa, hay ya 10 millones de personas a este lado del Estrecho, más que toda la población censada en Andalucía. El desconcierto es total , nadie da crédito a lo que está pasando. Siguen concentrados y acampados a lo largo de la costa, pero 10 millones de personas y otros 10 que llegarán en pocos días, son mucha gente. La OTAN ha ordenado a España no hacer uso de la fuerza, dada la situación en Turquía no quiere un conflicto a gran escala.

Es en el cuarto día que ocurre un hecho que desata el pánico entre la población europea: la vanguardia de los pacíficos peregrinos, que hasta ahora simplemente rezaban y daban gracias a Dios, ha agotado los alimentos que ellos mismos traían para el viaje y empieza la ocupación de las grandes superficies, hay que abastecer de agua y alimentos a los que ya están y acopiar provisiones para los que han de llegar. Son tantos que no hay guardia de seguridad ni policía suficientes que puedan pararlos, las autoridades siguen sin intervenir, no saben qué hacer.

Al acabar la semana, son 20 los millones de personas que han pasado de uno al otro lado del Estrecho, no queda en la costa andaluza ninguna gran superficie que no haya sido «incautada», la población europea empieza a huir por millares, la AP7 es una riada de vehículos de todo tipo en huida, la gasolina empieza a escasear. La muchedumbre empieza a ocupar e instalarse en las casas que van quedando vacías, se suceden los incidentes, algunos de ellos sangrientos, entre la población autóctona y la muchedumbre.

El gobierno reacciona tarde y mal, despliega el ejército a lo largo de Sierra Morena desde el gran acuartelamiento de Cerro Muriano, Andalucía se da por perdida, ahora de lo que se trata es de contenerlos en Despeñaperros para que no suban a la Meseta.

En Cataluña empiezan los disturbios con una muy numerosa quinta columna que simpatiza abiertamente con sus hermanos. Las cosas en Cataluña no son nada pacíficas sino que empeoran por momentos, Cataluña es una región desmilitarizada, el ejército español está desplegado en la zona centro-sur-levante de la península. A medida que llegan noticias de Andalucía en Cataluña los disturbios empiezan a ser sangrientos, se inicia un éxodo de la población hacia la frontera francesa. Ante la avalancha de refugiados catalanes que se le viene encima y viendo lo mal que han ido las cosas en Andalucía, el gobierno de Francia ordena cerrar su frontera con España y despliega su ejército en los Pirineos con orden de disparar si ello fuere necesario.

Al acabar la tercera semana Andalucía y Cataluña se dan por perdidas, la OTAN sigue sin intervenir, no sabe qué hacer, dice que es un problema interno de España. La práctica totalidad de la población europea de Andalucía ha huido a la meseta y ahora vive repartida en pueblecitos hasta no hace mucho deshabitados y en campamentos improvisados. Nadie sabe explicar cómo se ha podido llegar a esto.

La muchedumbre que ha pasado el Estrecho se reparte por todas las ciudades andaluzas, parece gente muy bien dirigida. En Cataluña siguen los disturbios. Francia se está pensando ocupar militarmente Cataluña y establecer el dique de contención en el Ebro.

Al inicio de la cuarta semana tiene lugar en la gran Mezquita de Córdoba un acto religioso de acción de gracias, todos creen que ha sido el Mahdí quien ha guiado a los creyentes hasta la tierra prometida que se perdió y se ha recuperado. Los Imanes de todo el mundo hacen un llamamiento a la paz, a la fraternidad, a la convivencia y al respeto mutuo entre creyentes y no creyentes.

Todos hablan del Mahdí, de lo bien que los ha dirigido, pero nadie puede afirmar haberlo visto o haber hablado con él o haberle oído hablar, sigue sin haber información exacta al respecto.

Al acabar la cuarta semana España y Europa han perdido definitiva e inexplicablemente el control del Estrecho. Africa vuelve a empezar en los Pirineos.

Cartago cayó por dos veces y no se volvió a levantar. Roma mediante el Renacimiento se levantó de su primera caída. ¿Estaremos asistiendo estos días al inicio de la segunda y definitiva caída de Imperio Romano de Occidente?

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