A veces me pregunto si algún día se legalizará el matrimonio perruno, tanto es el amor que veo que algunos y sobre todo algunas profesan por sus perros, animales que en muchos países de culturas orientales  son criados para el consumo humano, como aquí criamos vacas o corderos.

Respecto del Islam los perros no son animales nobles como el halcón, el caballo o el camello, están considerados como animales del demonio, de ahí que uno de los insultos más graves sea llamar a alguien perro esto o perro lo otro.

En los países de socialismo real, de uno de los cuales provengo, perros, lo que se dice perros, sólo los tenía la policía, especialmente la policía de fronteras. La población no tenía perros, no estaba bien visto gastar en alimentar a estos animales, lo importante para el Estado era gastar en atender las necesidades básicas de la población, vivienda, vestido, alimentación, educación; el amor a los perros era considerado como algo propio de la degeneración burguesa.

En Occidente, y en especial en los últimos años desde el inicio de la crisis en 2006, basta darse una vuelta por las calles para ver que hay personas que llevan una vida de perros y perros que llevan una vida de personas.

El mundo al revés; no digo yo que haya que maltratar a los animales, sólo digo que la comparación en sí ya es un maltrato para las personas, no puede ser que en el mundo de escasez al que nos dirigimos el derecho de los perros pase por encima del derecho de las personas.

Veo en las calles que ha aumentado el odio entre las personas en la misma medida que ha aumentado el amor por los perros. Criticamos a los orientales por el tema de las zoonosis, entre ellas los distintos coronavirus  y en especial el aún no superado COVID-19; les decimos que son culpables de haber provocado la pandemia por comer carnes de esto y carnes de lo otro, y carne de perro, pero a diario vemos en nuestras calles, en las terrazas de nuestros bares, que los besuqueos y morreos con los perros están a la orden del día.

¿No hay peligro de zoonosis en tanta lametada?.

Como muestra un botón, sucede a diario: Señora o señor, chico o chica con uno o varios perros que van por la calle oliéndolo todo y metiendo la lengua en todas partes, se acercan conocidos:

¡Ay perro guapo!, y besuqueos al perro.

Se acercan unos niños, la madre pregunta:

¿Qué pueden tocar al perro?, ¡claro que sí! y lametadas a los niños del perro que ha estado metiendo los hocicos y la lengua en todas partes.

Mascarillas contra los posibles contagios por vía aérea y besuqueos en los morros al perro, sin preguntarnos dónde ha metido la lengua antes, es decir, transmisión de fluidos; ¿acaso es esto menos peligroso  para la transmisión de virus animal/humanos, es decir, para la zoonosis, que el hecho de que algunas culturas coman carne de perro, bien asada?.

Es absurdo  e indecente el hecho de que la mayoría de perros hoy día estén mejor alimentados y mejor cuidados que un buen número de personas.

Algo huele a podrido en nuestra decadente sociedad, y no es sólo las empastifadas de caca de perro que adornan nuestras calles.

Svetlana P. (Socióloga)

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