Así empieza una sencilla décima o espinela (diez versos octosílabos consonantes), quizás el poema más conocido de Antonio Machado. Muchas personas, alguna vez en su vida, en momentos de falta de esperanza, se han agarrado a estos versos … no hay camino, no importa, haremos camino al andar. Hace unos días una bellísima muchacha trajo a colación este poema en una red social, sitio muy mercantilizado donde no abunda la poesía. Se hace camino al andar, hay esperanza, no todo está perdido.
Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
caminante no hay camino
se hace camino al andar.


Al andar se hace camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar


Caminante no hay camino
sino estelas en la mar.

El camino de la vida carece de indicaciones, no está marcado, somos nosotros quienes a medida que vamos dando pasos marcamos nuestro destino. No es un pensamiento determinista, sino de esperanza, … son tus huellas el camino y nada más.